luto
Nuevamente pasa más de un mes sin venir a visitar mis pensamientos. Hoy es día de luto. Mi Jefe durante los últimos cuatro años se marcha esta semana y hoy es la comida de despedida. No sé si es un día feliz o triste para nosotros y para él. El cambio ha sido para mejor, al menos para mi y por ahora. Pero es curioso el comportamiento que tenemos cuando sabemos que un caballo es perdedor. No apostamos por él. Estamos hartos de saber que los caminos que parecen separarse pueden perfectamente confluir más adelante, y sin embargo seguimos actuando en el hoy y ahora. El camino del éxito es largo y nunca se sabe quienes son los compañeros de viaje más adecuados. Pero todos los que están en el camino son compañeros de viaje. A unos se les deberá de utilizar de una forma y a otros de otra, pero ninguno ignorado. El ignorarlos puede hacer que las fuerzas del sistema se desequilibren y en un momento se pongan del lado contrario inesperadamente. La ambición...poderosa emoción que nos embarga y nos dirige. Hace que nos volvamos esquizofrénicos, depresivos y alterados. Nos vuelve soldados mercenarios de nuestras propias causas. Egoístas y seguros de nuestra inseguridad. Meretrices al servicio del poder. Dañinos y guerreros. Pero apasionados, poseídos por la tarea y alcaides de la cárcel de las emociones más placenteras. Hoy es día de luto y final de una batalla.
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